En el futuro, los vampiros son la raza que domina el planeta y pasan por una crisis de alimentación debido a la caza desmedida que se le da a su principal fuente: los humanos. En un intento desesperado por preservar la raza, un grupo de investigadores busca un sustituto para la sangre humana. Ésta es la sinopsis de Daybreakers, película de ciencia ficción del 2009 que tal vez recuerde vagamente a la ya clásica Gatacca, por algunos escenarios.
El tema principal del filme, la raza vampírica al borde de llegar a la hambruna por abusar de "sus recursos alimenticios" puede verse igual como una analogía a lo que el hombre hace en la actualidad con la naturaleza.
La iluminación del filme tiene un esquema particular: cuando las escenas son lideradas por vampiros, la fotografía consiste de colores grisáceos, pero cuando los humanos son los principales en escena, los colores son más variados y vivos.
La historia está bien elaborada, y los únicos puntos en contra son un par de leves inconsistencias casi al final (dónde pueden surgir las preguntas de: ¿cómo sucedió esto? o ¿por qué no pasó esto?), y el modo en que los vampiros mueren cuando se les clava la estaca en el corazón, que inclusive se ve ridículo.
Con varios tópicos de por medio, actuaciones de Ethan Hawke (que también salió en Gatacca) y Sam Neil, Daybreakers es una película sobre vampiros con una filmación un poco más accesible y no tan artística como Thirst, pero es bastante decente y cumple con entretener.
Living in a world where vampires are the dominant species is about as safe as bare backing a 5 dollar whore.
El tema principal del filme, la raza vampírica al borde de llegar a la hambruna por abusar de "sus recursos alimenticios" puede verse igual como una analogía a lo que el hombre hace en la actualidad con la naturaleza.
La iluminación del filme tiene un esquema particular: cuando las escenas son lideradas por vampiros, la fotografía consiste de colores grisáceos, pero cuando los humanos son los principales en escena, los colores son más variados y vivos.
La historia está bien elaborada, y los únicos puntos en contra son un par de leves inconsistencias casi al final (dónde pueden surgir las preguntas de: ¿cómo sucedió esto? o ¿por qué no pasó esto?), y el modo en que los vampiros mueren cuando se les clava la estaca en el corazón, que inclusive se ve ridículo.
Con varios tópicos de por medio, actuaciones de Ethan Hawke (que también salió en Gatacca) y Sam Neil, Daybreakers es una película sobre vampiros con una filmación un poco más accesible y no tan artística como Thirst, pero es bastante decente y cumple con entretener.
Living in a world where vampires are the dominant species is about as safe as bare backing a 5 dollar whore.