Following

El director Christopher Nolan se caracteriza porque la mayor parte de sus filmes son considerados inteligentes. Y es que desde su primer cortometraje, Doodlebug, daba muestras de que disfrutaba hacer las cosas a su manera. Memento (película que se desarrolla invertida, siendo la primera escena el final, y la última escena el principio; técnica que luego fue aplicada en Irreversible) fue la obra que lo catapultó y le dio el reconocimiento que merecía. Pero su salto al estrellato fue cuando dirigió y co-escribió las dos películas más recientes de Batman.

Pero antes de Memento, en 1998, estuvo Following, una película con una duración de apenas 70 minutos que relata la historia de un joven con una extraña afición: seguir a extraños; su manía se ve interrumpida cuando uno de los "seguidos" se da cuenta de la presencia del curioso y lo confronta; la relación que estos dos entablarán tendrá un motivo más oscuro y complicado del que parece.
La narración no es del todo lineal, y a pesar de que puede ser confusa en un principio, poco a poco va adquiriendo sentido, conforme las escenas se entrelazan. El apartado musical es bastante bueno y compagina con las escenas adecuadamente. En este filme se pueden apreciar muchos elementos que componen Memento, pero incluso así, Following consigue crear su propia atmósfera y sienta las bases de lo que será la carrera de Nolan.
Con un presupuesto bastante bajo, una fotografía con elementos Noir, actuaciones creíbles y una narración dinámica e interesante, este largometraje es una gema muy recomendada para los amantes del género thriller.

Everyone has a box.