Este filme australiano del 2010 contiene la esencia de La masacre de Texas de 1974... Y nada más. La fórmula de una familia que captura seres humanos para torturarlos ha sido altamente explotada por los realizadores de películas de terror, y aunque todas caen casi siempre en lo mismo y no aportan algo nuevo, al menos permiten "pasar el rato". The loved ones fracasa en esto si lo que se busca es un largometraje "complejo".
Las actuaciones carecen de fuerza, las escenas de tortura son arrojadas en pantalla una tras otra y sin pausa (lo más fuerte transcurre fuera de cámara), la historias secundaria que se desarrollan es una burla que sólo existe con el propósito de relleno, ya que su relación con la trama principal es nimia e insignificante (al menos por el modo tan ligero en que se presenta).
Es cierto que la película no contó con un gran presupuesto, pero si la estructura del guión hubiera entregado al menos un producto más concisa, The loved ones quizás no sería un filme para olvidar.
Bring the hammer, Daddy
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