domingo, 11 de octubre de 2009

Inglorious Basterds (Bastardos sin gloria)

Más de diez años le tomó a Quentin Tarantino completar el guión para esta película cuya idea concibió desde que termino con Pulp Fiction (Tiempos Violentos) en 1994. Para cuando el proyecto de Kill Bill empezó, casi todo estaba listo, pero no había un final en concreto, por lo que la película quedó pendiente. Ahora, en 2009, y después de haber sido reeditada (durante su proyección en Cannes algunos dijeron que estaba muy lenta, por lo que el director modificó varias escenas) por fin ve la luz en los cines y demuestra que la espera valió la pena.
La violencia contenida está bien medida, pues cuando se presenta algo con imágenes fuertes sale el tiempo justo, ni muestra mucho, ni muestra poco. La edición es espectacular, en particular durante las ya clásicas escenas de pistolas y asesinatos a sangre fría que Tarantino siempre incluye en sus películas. El estilo del director está por demás marcado durante todo el filme, incluyendo el humor negro cada que puede y sus recurrentes y largas escenas de charla que aparentemente llevan a ningún lado pero que finalmente concluyen en algo importante. Otro factor que muchos reconocerán es la música, siempre cargando con aires antiguos.
Para quienes vayan a ver la película pensando que los Bastardos van a estar masacrando nazis durante las dos horas y media que dura, se llevaran una decepción, ya que no todo gira en torno a sus asesinatos, y hay otros personajes que se verán envueltos en la trama.
Existen ciertos parecidos con Kill Bill, como el hecho de que la película se encuentra dividida en capítulos, las tomas de cámara desde el cuerpo de alguien que esta tirado en el piso, y que Mélanie Laurent por la forma en que está arreglada recuerda mucho a Uma Thurman como Beatriz Kiddox.
Cinematográficamente, la película es muy buena (en especial la última escena del cine), y demuestra que los años sólo han pulido a Tarantino. Para quienes gusten de este director y hayan disfrutado sus proyectos anteriores como Reservoir Dogs (Perros de reserva), Pulp Fiction y kill Bill, ésta no los decepcionará.
Como nota final, cabe destacar que una vez más gracias a Tarantino una película es redescubierta. El primer ejemplo es Lady Snowblood, que inspiró Kill Bill, y ahora es Quel maledetto treno blindato, una película italiana de 1978 llamada en inglés Inglorious Bastards (Inglorious Basterds no es un remake de ésta).

The German will be sickened by us, the German will talk about us, and the German will fear us.

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