Muse, NIN, Marilyn Manson, V de Vendetta, Equilibrium, reality shows... la lista sigue y no termina. Muchos artistas y trabajos han tomado como base esta historia de George Orwell publicada en 1949. 1984 (Nineteen Eighty-Four es el nombre alterno con el que se le identifica) es un relato que cuenta sobre una sociedad oprimida por un regimen que mantiene a los ciudadanos vigilados de una manera exagerada y obsesiva, al grado de que aquéllos que no coinciden con los estamentos del gobierno, viven traumados y temerosos de que cada acción que realicen los delate y los lleve a sufrir las consecuencias.
Esta novela ha trascendido con el paso de los años no tan sólo por la estructuración de la sociedad que presenta, sino por la cantidad exagerada de referencias que se adaptan perfectamente al modo en que el hombre vivió, vive y vivirá. Muchas de las fallas de los gobiernos, del ser humano, de los grupos, entre otros, son plasmados aquí con un tono gris, melancólico y realista con el que se sentirán identificados.
La película, como toda adaptación literaria, no incluye todos los detalles de la novela, pero sí consigue transportar el ambiente desolado y frío a la pantalla grande. John Hurt (V de Vendetta, Hellboy II, Inmortals, Alien) interpreta sin problemas al apático Winston Smith, convirtiendo al personaje escrito en una viva imagen.
Lo que muchos no saben, es que el concepto del conocido programa Big brother nace de 1984, esto debido a la constante vigilancia que se aplica a los individuos. A pesar de que puede sonar igual a cómo se maneja el sobre explotado recurso de los reality show, es imposible y una ridiculez pensar en siquiera comparar 1984 con este género televisivo, pues construye su propio y peculiar universo que está repleto de crítica a la sociedad y la manipulación que los medios ejercen sobre ella.
Filmada curiosamente en 1984, este película no es apta para todo público, dado que lleva un desarrollo lento y carente de un clímax, enfocándose principalmente en el retrato del grisáceo mundo donde viven los protagonistas.
Power is not a means, it's an end.