Love exposure

Incomprendida por muchos, este filme, de prácticamente cuatro horas de duración, hecho por el director y escritor de culto japonés Sion Sono, es una obra que contiene una interminable cantidad de matices y una historia que evoluciona enormemente si se compara lo que el espectador presencia durante los primeros minutos a lo que ve durante la última media hora.

La variedad de personajes es increíble. Un joven pervertido que toma fotos de la ropa interior de mujeres con falda, un cura inseguro de seguir sus instintos de hombre, una chica con complejo de dios, una muchacha que odia a los hombres y se encuentra confundida, y una excéntrica dama que busca encontrar estabilidad en alguien. Esto, sólo por nombrar a los perosnajes principales, pues los secundarios tampoco se quedan atrás en tanto a sus personalidades.
La primera mitad del filme se encuentra dividido por capítulos, como un libro, introduciendo a cada uno de los personajes, para posteriormente desarrollar todos los distintos segmentos que conforman la larga, pero bastante bien elaborada, historia de esta película. Aquí se exploran los conflictos familiares, la búsqueda de una identidad, abuso infantil, las consecuencias de ser fanático de una religión, los valores, los lazos de la amistad, pero principalmente, hasta dónde es capaz de llegar alguien por la persona que tanto ama y cuánto está dispuesto a soportar por alcanzar el amor correspondido.
Uno de los puntos que ha hecho ligeramente controversial a esta película es la múltiple cantidad de referencias religiosas que contiene, las cuales pueden ofender a los más ortodoxos. Algunas imágenes ridiculizando a la religión son muy explícitas, en tanto otras no tanto.
Algo digno de admirar es lo que Sion Sono hizo en el 2008 con esta película, pues de inmediato puede el espectador apreciar que este trabajo fue realizado por amor al arte y al cine, y no con el fin de conseguir ganancias como muchos otros cineastas hacen.
Drama, lujuria, gore, amor, religión, comedia, una amplia mención a Sasori (el personaje principal de la serie de películas de culto Female Prisoner Scorpion), buenas actuaciones, un gran apartado musical que incluye algunas obras clásicas como el Bolero de Maurice Ravel, todo ello combinado con el magnífico estilo de Sion Sono, crean un filme único y al que vale la pena darle una oportunidad para apreciarlo en todo su esplendor.

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