Paperhouse

Anna dibuja en papel una casa y al mismo tiempo comienza a sufrir desmayos, se da cuenta que el lugar que visita cuando está inconsciente, es exactamente el mismo que dibuja; cada cambio que realiza en el dibujo, es reflejado en sus sueños.... y en la vida de un niño que no conoce en la vida real. Ésta es la premisa de esta película británica de culto de 1988, una joya poco conocida dentro del género fantasía-horror.
Basada en la novela Marianne's dreams (aunque no completamente fiel a ésta), Paperhouse exhibe unas técnicas bastante creativas para inspirar suspenso, el uso de colores y sombras es el fuerte de este filme en los momentos tensos (varias películas actuales podrían aprender bastante de aquí). Otro factor bastante impresionante es cómo la película se transforma en cuestión de segundos, pasando de tener matices fantásticos y hasta cierto punto infantiles, a un modo oscuro y cubierto en penumbras.
El único punto en contra que tiene Paperhouse es que lo que debería ser el clímax, sucede antes de lo esperado, lo que deja la última parte un poco floja.
Con buenas actuaciones, una historia original y una ambientación digna de recordarse, este largometraje se ha ganado el lugar que merece dentro del cine de culto. Recomendada para los amantes del género fantástico y terror.

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