En esta película se nota claramente como Jean Luc Goddard ha influenciado a Quentin Tarantino. Las largas pláticas sin aparente sentido y el censurar el nombre de un personaje haciendo uso de otros sonidos cada que se pronuncia su nombre (como en Kill Bill con el nombre de La Novia) son un par de ejemplos.
Made in USA es un filme extraño y tal vez no sea del agrado de muchos. El estilo de Goddard a la hora de hacer películas es único (en su momento fue revolucionario) e influye hasta la fecha en una gran cantidad de cineastas. La estructura de la narrativa es algo completamente diferente a lo convencional y la ideología del director sobre cómo manejar el principio, el desarrollo y el clímax de una película, hace que sus obras sean algo difíciles de ver para el espectador acostumbrado a las películas de Hollywood.
Si algo resalta en Made In USA es el uso de los colores, los llamativos vestidos de Anna Karina (quien tantas veces trabajó con este director), la variedad de tonos usados en las tomas y el Mise en Scene, ofrece un rico contenido visual.
El filme relata cómo Paula Nelson (Anna Karina) viaja a Atlantic-Cité para investigar acerca del asesinato de su compañero y amante Richard P. La película lidia constantemente con las ideologías políticas de izquierda y derecha. El espectador se encuentra con monólogos existencialistas (presentes en las obras de Goddard y parte de lo que hace que algunos cataloguen sus diálogos como poéticos), y en ocasiones políticos.
No recomendada para todo el público, pero si quieren profundizar en la historia del cine, ver algo diferente, son admiradores de Goddard, o simplemente desean saber por qué este director es tan admirado, vale la pena verla.
Si algo resalta en Made In USA es el uso de los colores, los llamativos vestidos de Anna Karina (quien tantas veces trabajó con este director), la variedad de tonos usados en las tomas y el Mise en Scene, ofrece un rico contenido visual.
El filme relata cómo Paula Nelson (Anna Karina) viaja a Atlantic-Cité para investigar acerca del asesinato de su compañero y amante Richard P. La película lidia constantemente con las ideologías políticas de izquierda y derecha. El espectador se encuentra con monólogos existencialistas (presentes en las obras de Goddard y parte de lo que hace que algunos cataloguen sus diálogos como poéticos), y en ocasiones políticos.
No recomendada para todo el público, pero si quieren profundizar en la historia del cine, ver algo diferente, son admiradores de Goddard, o simplemente desean saber por qué este director es tan admirado, vale la pena verla.
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