
Kotomi, vestida en un inicio como una inocente geisha, persigue a un samurai con el propósito de matarlo, pero no le será tan fácil, dado que su objetivo la obligará a derrotar un puñado de oponentes antes de otorgarle el placer de luchar contra él.
Las coreografías se encuentran bien realizadas, pero éstas llegan a volverse un poco repetitivas, de modo que si el espectador espera algo diferente de espadazos y golpes, aunque sea por cinco minutos, no quedará del todo complacido con este largometraje. Otro punto débil es el final; tanta construcción y tensión para que lo último quede como un "ni modo, no queda de otra", poniendo los minutos de colofón un poco forzados.
Geisha assassin es un trabajo plagado de acción de principio a fin y sin mucha narrativa que muy probablemente hará felices a quienes busquen una película con peleas de espadas a discreción.
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