
La película es entretenida y es algo diferente del género Western al que todos están acostumbrados, ya que combina las pistolas, espadas y ciertos detalles de la cultura oriental. Los colores empleados en la fotografía son variados en ocasiones, y una vez más, un director japonés recurre al uso del blanco y rojo (los de la bandera de Japón) como colores emblemáticos y representativos del filme.
La película cuenta con la participación efímera de Quentin Tarantino, interpretando un personaje que quizá arranque un par de sonrisas del espectador. Existen partes cómicas que hacen pensar si es necesario tomarse en serio la historia o no, pero la verdad eso es lo d
e menos, pues a pesar de todas las inconsistencias y exageraciones que se le puedan encontrar (los que ya hayan visto algo de Miike, sabrán a qué se está haciendo referencia), la película hace pasar un buen rato.
La película cuenta con la participación efímera de Quentin Tarantino, interpretando un personaje que quizá arranque un par de sonrisas del espectador. Existen partes cómicas que hacen pensar si es necesario tomarse en serio la historia o no, pero la verdad eso es lo d

Recomendada para quienes quieran experimentar un poco con los Western (ver japoneses vestidos como vaqueros, usando espadas y disparando revólveres no es algo que se vea constantemente en películas) y conocer a un director de cine con una visión diferente sobre cómo hacer películas.
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